miércoles, 30 de julio de 2008

Sherlock Holmes: The Silver Earring

Abrumador. Ese es el adjetivo que mejor describe a este juego. Tan abrumadora resultó la experiencia de jugar a esta aventura del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle que para entender bien la historia y, por ende, poder escribir un comentario decente tendría que jugarlo todo de nuevo, pero la verdad es que no da.


La historia de Sherlock Holmes: El Pendiente de Plata (tal es el nombre de la versión en castellano) comienza con el asesinato de Sir Bromsby en pleno discurso durante la fiesta de bienvenida de su hija Lavinia, quien inmediatamente se convierte en la principal sospechosa debido a su mala ubicación en el salón (ver imagen a la derecha). Habiendo sido invitados a la velada, el benemérito (siempre quise usar esa palabra) Sherlock Holmes y su compinche, el doctor José (?) Watson, comienzan a investigar inmediatamente, porque, como todos sabemos gracias al canal A&E Mundo, las primeras 48 horas son cruciales para la resolución de un crimen.

La manera de investigar y avanzar a lo largo de todo el juego es la típica de cualquier aventura de detectives que se haya hecho antes, solo que un poco peor.


Además de hablar con todos los personajes sobre todos los temas posibles y de revisar de punta a punta cada escenario en busca de algún objeto con el cual se pueda interactuar, las escasas veces en las que hay que pensar un poco suceden cuando hay que resolver algún puzzle mecánico, como los que abundan en el Myst. Salvo tres elementos que vienen en el inventario desde que empezás el juego y que sirven para analizar la escena del crímen (un metro, una lupa y unos tubos de ensayo), el resto de los objetos solo puede ser examinado y testeado con el juego de química que Sherlock tiene en su despacho (como sucedía en "El Caso del Escalpelo Mellado", la primera aventura del detective que salió en PC y que estaba buenísima). Ni se te ocurra pensar en mostrarle algo a algún personaje para que te pueda dar una pista porque, a no ser que el mismo Holmes diga en voz alta "debería mostrale algo", el juego no te lo permite. Es más, ni siquiera te da una respuesta!
Ese es uno de los dos problemas más graves de este título: la nula respuesta que te da el personaje que controlás cuando querés hacer determinadas cosas. El ejemplo más
obvio tiene lugar apenas comenzada la aventura: al hacer click sobre una mancha (que no se ve y solo la vas a encontrar leyendo las soluciones) que está al lado de la puerta desde la que se efectuó el disparo Holmes se limitó a decir "Necesito algo". La perplejidad que se apoderó de mi ser en ese instante solo logró desaparecer cuando fui probando todo lo que tenía en el inventario hasta obtener una respuesta: las manchas eran residuos de pólvora dejados por el revolver luego de ser disparado y que midiéndolas con el metro indicaban cual era la estatura aproximada del perpetrador del asesinato. Que lindo...


El otro gran problema tiene que ver con las partes más orientadas a la acción.
En un momento tenés que recorrer un laberinto... con un relojito apurándote el paso! Si no llegás al final en ese mínimo tiempo que te dan perdés y tenés que empezar todo de nuevo o cargar una partida.
Lo mismo sucede cuando en el medio de la noche Sherlock Holmes se cree que es Solid Snake (Metal Gear Solid) y tiene que meterse en un teatro custodiado por un sereno y su perro. Y encima tenés que hacerlo dos veces!!

Yo no se que les pasa por la cabeza a los tipos cuando se les ocurren estas barbaridades (sí señor). Supongo que se creen que para que el juego te dure más hay que ir metiéndole cosas totalmente absurdas complicándote la existencia.

Con estos grandes quilombos la historia pasa a quedar en un segundo plano y siendo tan larga y complicada se torna muy difícil poder seguirla. Afortunadamente hay que destacar el excelente sistema que idearon los muchachos de Frogwares. Al igual que en los juegos que desarrolló Electronics Arts la década pasada, todas las conversaciones quedan guardadas para ser consultadas en cualquier momento. Lo mismo pasa con algunos documentos o fotos que Holmes encuentra en el curso de la investigación.
Pero lo más importante es que todas las pistas del caso (cosas que solamente un detective puede ver) también quedan anotadas! Esto es inmensamente útil porque en 4 o 5 oportunidades el juego no te deja avanzar si no respondés una serie de preguntas, algo que a priori suena feo, pero que te ayuda inmesamente para ir comprendiendo como se van dando las cosas en la historia.
Es cierto que para el final no te sirve de mucho y por eso se agradece que las últimas preguntas (que son un montón, no solo "¿quien mató a Bromsby?") sean opcionales, porque cuando vez la resolución que tan detalladamente brinda el señor Holmes volvés a la realidad de que él es simplemente un personaje de ficción y que nadie, ni el mejor jugador de aventuras gráficas del mundo ni el mejor detective del mundo, podría desenmarañar todo el misterio que se formó alrededor de un simple arito plateado.


Si alguna vez leíste algún cuento, viste alguna película o jugaste algún juego de Sherlock Holmes y te gustó, entonces vas a disfrutar de "Sherlock Holmes: El Pendiente de Plata", por más que por momentos las numerosas molestias que vas encontrando por el camino te den ganas de abandonarlo y no verlo nunca más en tu perra vida. 6 puntos.